miércoles, julio 27, 2005

El matrimonio y yo

A veces pienso que me he enamorado, luego recuerdo lo egoísta que soy y me doy cuenta de que no es cierto. Pero sí me he enamorado, una y otra vez, la mayoría de ellas de mí mismo, aunque aquí en el tercer mundo parece que eso está prohibido, aquí todos los hombres deben enamorarse de una mujer joven y virgen, que sepa hacer las tareas del hogar y tenga caderas anchas, así los dos jóvenes saldrán de sus casas para empezar una nueva familia, empezarán sin nada, él trabajará jornadas de 8, 10 o 12 horas y ella se quedará en casa a inculcarles la misma mentalidad a sus hijos, así los hijos de los grandes capitalistas seguirán teniendo esclavos cuando llegue su momento. Tal parece que el matrimonio es el látigo con el que se azota al empleado.

¿Es el ser humano por naturaleza un animal monógamo?, creo que no… entonces ¿es el matrimonio algo natural?, otra vez creo que no. No encuentro una razón que me convenza a seguir la fórmula de hombre+mujer=hijos, que la sigan otros y que traigan más niños al mundo, que vengan a ver como la sobrepoblación se lo lleva a la chingada, yo prefiero no participar y seguir enamorado de mí, o de alguien como yo. Acepto propuestas.

1 Comments:

Blogger Beck said...

Wow, no conocía esa parte de ti tan Narciso. No sé enamore de usted. Admiresé. Suena mas bonito y es mejor.
Yo creo que si somos monogamos, o que se puede llegar a ser. Aun creo en el amor y el matrimonio, pero no algo establecido por iglesia y estado, sino un vinculo especial que puede unir a dos personas... Me entiendes?

Bueh... Ah, y propuestas de que tipo? Matrimonio? Jajaja.

Nos leemos, Adios!

11:09 p.m.  

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